En la tarde del Sabado, Colombia fue sacudida por un nuevo episodio de violencia política: el congresista Miguel Uribe Turbay fue víctima de un atentado que lo dejó gravemente herido. El ataque ocurrió a la salida de un evento público en el norte de Bogotá, cuando un menor de 15 años abrió fuego contra el político, hiriéndolo en el abdomen y el tórax. Otras dos personas también resultaron lesionadas durante el tiroteo. Las autoridades han confirmado la captura del presunto atacante.
El estado de salud de Uribe ha sido descrito como “de máxima gravedad”. Fue trasladado de urgencia al Hospital Militar Central, donde permanece en la unidad de cuidados intensivos bajo pronóstico reservado. Su esposa, visiblemente afectada, expresó ante los medios: “Miguel está luchando por su vida. Confiamos en los médicos y en Dios para que salga adelante”. La familia ha pedido respeto y privacidad mientras atraviesan este difícil momento.
El ataque ha causado una ola de indignación a nivel nacional. Líderes políticos de distintos sectores, incluyendo al presidente de la República, han condenado enérgicamente el atentado y exigido una investigación a fondo. “No podemos permitir que la violencia política vuelva a tomarse nuestras calles”, dijo el mandatario en un mensaje televisado. La Fiscalía General ya ha abierto una investigación formal y está revisando imágenes de cámaras de seguridad de la zona.
Uno de los aspectos más alarmantes del caso es la participación de un menor de edad como presunto autor del ataque. Las autoridades han señalado que se trataría de un sicario reclutado por redes del crimen organizado. Este hecho pone nuevamente en debate el reclutamiento de jóvenes en actividades delictivas y la falta de oportunidades que los expone a estas redes. Organizaciones de derechos humanos han pedido mayor atención del Estado a la niñez en riesgo.
Por su parte, la bancada del Centro Democrático, partido al que pertenece Uribe Turbay, emitió un comunicado expresando su consternación y reiterando su compromiso con la defensa de la democracia. “Atentar contra la vida de un congresista es atentar contra las instituciones del país”, señala el texto. El partido ha convocado a una vigilia por la salud del legislador, que se llevará a cabo en las próximas horas frente al Congreso.
A pesar de las múltiples hipótesis, aún no se ha establecido el móvil del atentado. Las autoridades no descartan ninguna línea de investigación, incluyendo motivos políticos, personales o amenazas anteriores que haya recibido Uribe Turbay en su ejercicio parlamentario. Hasta el momento, no se han conocido comunicados de grupos armados adjudicándose el ataque.
Mientras tanto, el país entero permanece en vilo. La figura de Miguel Uribe ha sido reconocida por su firme posición en debates clave del Congreso, especialmente en temas de seguridad, economía y orden público. Hoy, su vida pende de un hilo, y Colombia espera que la justicia actúe con celeridad para esclarecer este atentado que reaviva las heridas de la violencia política que tanto daño ha causado en la historia nacional.
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