La Selección Colombia dio una contundente muestra de poderío al vencer 4-0 a México en el estadio AT&T de Arlington, Texas. El equipo dirigido por Néstor Lorenzo no solo consiguió la victoria más amplia de su historia ante los aztecas, sino que además dejó una gran impresión de cara a la preparación para el Mundial de 2026. Más allá del resultado, el rendimiento colectivo, la solidez defensiva y la creatividad ofensiva marcaron un partido redondo para los cafeteros.
Desde el inicio, Lorenzo apostó por una alineación con varias novedades, destacando la pareja de centrales conformada por Willer Ditta y Jhon Lucumí, quienes respondieron con solvencia. También sorprendió la titularidad de Kevin Serna, una de las revelaciones del fútbol colombiano en el exterior, ubicado por la banda derecha. La primera mitad se disputó en una cancha irregular, pero aun así Colombia encontró el camino al gol a los 15 minutos, gracias a un tiro libre ejecutado por James Rodríguez que Lucumí desvió con la rodilla, abriendo el marcador.
México, que no contó con varias de sus figuras habituales, mostró poco poder ofensivo y apenas inquietó al portero David Ospina, quien regresó al arco tricolor después de 665 días de ausencia. Colombia manejó el ritmo del juego con paciencia, sin desesperarse, y supo esperar el momento para atacar. Con el 1-0 parcial, los dirigidos por Lorenzo se fueron al descanso con la sensación de tener el control total del partido.
En el complemento, la Selección salió con decisión y efectividad. En el minuto 56, una genial asistencia de James Rodríguez habilitó a Luis Díaz, quien definió con categoría para el 2-0. Con ese tanto, el guajiro alcanzó los 20 goles con la camiseta nacional, igualando al histórico Faustino Asprilla como cuarto máximo goleador en la historia de la Selección. Colombia comenzaba a desplegar su mejor fútbol, combinando precisión, velocidad y confianza.
La goleada se amplió a los 64 minutos cuando Jéfferson Lerma cazó un rebote dentro del área y, sin dejarla caer, anotó el tercer tanto. Ya con el resultado asegurado, Lorenzo aprovechó para realizar varios cambios, dando ingreso a Jaminton Campaz, Johan Carbonero, Juan Fernando Quintero y Rafael Santos Borré. Lejos de bajar el ritmo, los suplentes mantuvieron la intensidad y sellaron la noche con una joya colectiva.
A los 87 minutos, Quintero filtró un pase magistral entre líneas que Carbonero definió con frialdad entre las piernas del arquero Luis Malagón. Fue el 4-0 definitivo, una muestra del gran momento ofensivo que atraviesa el equipo colombiano, donde cada jugador que entra parece estar listo para aportar al proyecto de Lorenzo.
El árbitro no añadió tiempo extra. Colombia se llevó una victoria inapelable y un impulso enorme de confianza rumbo al Mundial de 2026. Más allá del marcador, lo más valioso fue la sensación de unidad y claridad táctica que transmite esta selección. Con un plantel cada vez más consolidado y figuras que marcan diferencia, Colombia ilusiona a todo un país que vuelve a soñar con llegar lejos en la próxima Copa del Mundo.
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